Las diferentes personalidades de nuestros clientes llegan al por mayor en nuestro día a día. Buscamos la manera de lidiar con cada una de ellas de forma general, pero, a estas alturas de nuestro trabajo, comprendemos que hay de todo en este mundo. Por lo tanto, buscar una pieza del rompecabezas que embone en cada encrucijada resulta fútil y exhaustivo.
Hay maneras de trabajar individualmente con estos clientes, comenzando por identificarlos y organizar un esquema para manejarlos sencillamente. Por esto mismo, te compartimos 5 tipos de incómodos clientes y cómo conectar con ellos:
5 tipos de clientes incómodos
1. El quejumbroso
Las conversaciones con este tipo de clientes consiste únicamente en escuchar queja tras queja, y en ocasiones ni siquiera son diferentes.
Aquí la clave es cambiar tu punto de vista para que digas “la está pasando difícil”. Tu trabajo es apuntar qué es lo que está haciendo que la pase difícil y proponer soluciones para resolverlos.
2. El sabelotodo
“Mira, un televisor es un aparato que emite imágenes y se conecta a la luz; la luz es energía que se produce, entre otras maneras, con la quema del carbón; esto fue un detonante para la revolución industrial, la cual…”
Hay gente que es profesora todos los días en cualquier tema, así que olvídate de la frustración por no poder tener la razón nunca y escucha la clase. Tú sabrás qué viene en el examen.
3. El cuidado extremo
Este tipo de clientes hacen demasiadas preguntas para conocer el 100% del producto o servicio antes de comprarlo, así que la incertidumbre puede hacerte querer decirle “no lo compres” para acabar rápidamente con ellos.
Aquí te sugerimos que mantengas la objetividad con respecto a lo que estás ofreciendo. Menciona ejemplos de problemas reales y menciona cómo ese producto o servicio lo resuelven, convenciéndolos de que es la mejor decisión, no opción.
4. El agresivo
Retador, amenazante, e insultante, son algunas de las características de este tipo de clientes. Nadie quiere lidiar con ellos, pero en ocasiones hay que hacerlo.
Lo mejor que puedes hacer es no argumentar con ellos, ya que solo lograrás enojarte. Además, apóyate con otros compañeros para manejar a estos clientes si se vuelve muy demandante. Si ofreces disculpas, hazlo en nombre de la empresa, y asegúrale que vas a trabajar de la mejor manera para resolver su problema.
5. El cazaofertas
Estos clientes comparan constantemente los precios de tus competidores con el tuyo e intentan negociar el precio a uno más accesible. Aunque pudieras decirles “pues ve y compra lo más barato”, no lo hagas.
Guíalos a través de la venta y comunícales el valor de lo que están pagando. Si siguen comentando que es un precio muy alto, pregúntales su rango de precios y ofréceles algo que se adapte a ese presupuesto.
Sin importar el tipo de cliente con el que estás lidiando, recuerda que cada persona es única y que te tocó lidiar con ellas. Puede ser un reto, uno que ciertamente te ayudará a entender a las personas y sus motivaciones, pero la clave es que recuerdes que es un trabajo. Si las cosas se ponen muy agresivas o difíciles, no temas escalar la situación y solicitar ayuda.
Hacer el reconocimiento del tipo de cliente lo más pronto que puedas te preparará mentalmente para el reto, con esperanzas de que sea más sencillo manejar a tus clientes.
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